CAPITULO TRECE

"1 Lamec guardó silencio, y descendió también de la Montaña de la más Lejana Media Noche.
2 Y por último subió Aradia, para hablar a los Vampiros.
3 Y en esto hay sabiduría; que el primer Heredero de las Tinieblas se haya dirigido a las Criaturas de la Noche; que Lamec lo haya hecho con los No-Muertos; y que Aradia lo hiciera con los Vampiros; pues así fue establecido por las Criaturas de las Tinieblas, para que la Oscuridad una al vampirismo, la brujería, la no-muerte y la búsqueda de las Tinieblas.
4 Pues mucho negaron esta unión, y combatieron a unos o a otros; y perecieron.
5 Mas el sabio conoce que la luz une luz con delgados cordones de oscuridad y que la oscuridad une oscuridad con delgados cordones de luz

6 Así habló Aradia a los Vampiros.
7 "Bienaventurados sean. Vampiros, herederos de las Tinieblas, por haber recibido el conocimiento oscuro.
8 Unos lo recibieron por esperar sin buscar, otros, por gracia.
9 Pues mucho aquí dicen que se convirtieron en Vampiros por un acto casual.
10 Mas yo les digo; todo es Casual en todas las dimensiones de los Universos; y las Criaturas de las Tinieblas han percibido el nacimiento oscuro hasta el mas pequeño de ustedes.
11 Pues hasta el más pequeño es el más grande junto a las Criaturas de la Noche, y más aún junto a las Criaturas de la luz.
12 Recuerden cuando se les transmitió el conocimiento oscuro.
13 Recuerden el dolor y la angustia; asimismo recuerden el placer.
14 Cuando al abrir los ojos en la No-muerte, percibieron su mundo con sus verdaderas formas y colores.
15 Y después de que sus miembros fallecían, de que su corazón agonizaba; después de que se derrumbaron dentro de sí mismos, se levantaron, siendo no-renacidos.
16 Recuerden su primer gemido, como de mujer en parto.
17 Pues la No-Muerte, al venir a ustedes, lo hace con gran dolor.
18 Y el dolor los acompaña durante sus incontables noches; dolor, soledad y melancolía; sed y angustia por la sangre o por la energía; premura por refugiarse en las sombras antes del amanecer.
19 Y el gozo los acompaña durante sus incontables noches: lujuria, placer y melancolía; sed y saciedad por la sangre o la energía; renovación de fuerzas al surgir el crepúsculo.
20 He aquí, tienen emociones humanas; y aún podrán sentir amor y compasión, mas no es conveniente.
21 Pero así mismo son solo un poco a imagen de las Criaturas de las Tinieblas, para las que no hay Bien ni Mal, ni verdad, ni mentira.
22 Ustedes han observado a los lobos; recuerden como acechan a sus presas, las acorralan y las devoran.
23 Aprendan de los lobos las maneras del depredador, pues los lobos son sus maestros en medio de la soledad.
24 Y aprendan del cuervo.

HILO MUSICAL